domingo, 22 de junio de 2008

¿Llamada o mensajito?

Es la duda que tenemos todos. Consigues un teléfono de una grácil moza y ¿ahora qué? ¿Llamada o mensajito? Dos consideraciones previas:

- Si yo pido el teléfono es que la tía me mola, si no no ando coleccionando móviles (bueno, yo igual sí, pero es que tengo un poco de desviación en eso...).
- Si ella me lo da... mmm... ¿por qué me lo da? Si seguro que sabe mis intenciones (que eso lo cazais al vuelo) y si no quiere nada ¿por qué me lo das? Y si quiere... ¿por qué es tan complicado luego?

Por favor, responded a esta pregunta, porque nos amarga los domingos por la tarde...

Y ya puestos, ¿mejor llamada o mensajito? ¿Cuándo? ¿Hay algo ya escrito? Venga, información por información. Con cada respuesta una pregunta para que nosotros respondamos... ;-)

Besitos

Hasta el rabo todo es toro...

Expresión taurina que viene a querer decir "no te vayas aún para casa, que en la próxima canción triunfas..."

Bueno, tras mucho tiempo de espera comienza la andadura de este blog, que no pretende ser más que un punto de encuentro donde exponer, debatir y depurar todas las "teorías de la noche" (bueno, y alguna diurna, que también las hay...) que abarcan el apasionante mundo del mamoneo, de la tontería, del ahora sí pero no, del "no insistió"... en definitiva, de las relaciones entre hombres y mujeres cuando buscan algo en el otro bando.

Mucho hay hablado, es momento de escribirlo. Solamente una norma, aquí escribimos pa'reirnos. Por lo tanto, y siempre desde el máximo respeto, seguramente utilizaremos generalizaciones injustas pero que como tales se cumplen en un montón casos. Así los tíos somos simples y las mujeres más complicadas que mandar un satélite al espacio. Si tú, tío, no eres así, lo siento, no me lo creo, pero disfruta de tu complejidad. Si tú, tía, no eres así, felicita de mi parte a tu novio, tendrá una relación tranquila. Para el resto, espero que este blog nos ayude al menos a ver que no estamos sólos en el universo... ¡que no somos los únicos pringaos, vamos!

Y sin más empezamos... ¡Podemos!